4 de mayo de 2012

El problema cubano

Publicado el jueves, 05.03.12

El problema cubano
Oscar Peña

No se esgriman más falsedades entre cubanos. El destino de un pueblo es
sumamente serio para jugar con él. Cuba no tiene hoy enemigos
extranjeros, sus enemigos son sus propios nacionales. El pueblo cubano
está atrapado y paralizado entre dos fuertes minorías: la dirección
histórica de la llamada revolución que lleva más de 50 años con las
riendas del poder absoluto y extremista del país, y la dirección
histórica del exilio que paraliza y frena a Estados Unidos, con la
amenaza de las contribuciones de dinero y voto, para llevar una política
inteligente y moderna hacia Cuba. El mecanismo de presión electoral,
donaciones económicas y cabildeo que se ejerce en Estados Unidos de
forma legal es uno de los pocos cánceres políticos que tiene este gran
país. El pueblo cubano es victima de su largo gobierno y de sus primeros
exiliados.

Las autoridades de Cuba deben tener la ética de callarse y no repartir
más culpas por los problemas del país. Ellos no tienen que esperar por
cambios de la política norteamericana hacia Cuba para después –como
anuncian– cambiar ellos y demostrar su disposición de buena voluntad
nacional. Eso es falso. Los argumentos del gobierno de Cuba para
mantener el país completamente cerrado muchos años dentro de una caja
fuerte no son sólidos, ni creíbles. No deben engañar y blandir más que
Estados Unidos es hoy el enemigo del pueblo cubano. La verdadera verdad
–y los hermanos Castro y el mundo lo saben– es que el primer país en
saludar, apoyar y ayudar la apertura de Cuba serían los propios Estados
Unidos.

Sobre la afirmación anterior tengo mis pruebas. Llegué deportado de Cuba
a este país el 20 de noviembre de 1990 y vine arropando el pensamiento
de que a los gobiernos de Estados Unidos le hacía falta y al histórico
exilio cubano engrasar y renovar piezas de sus viejos mecanismos de
lucha contra el régimen de La Habana para lograr ser efectivos y sumar
pueblo, pero confieso y admito que en lo que se refiere a las altas
esferas del gobierno de Estados Unidos tuve un desacierto en mis
valoraciones. Estaba errado. Llegué siendo presidente el republicano
George Bush padre y fui invitado al Departamento de Estado y para mi
asombro los funcionarios que atendían la sección Cuba me expresaron que
lamentaban mi salida del país porque observaban muy efectivas mis
proyecciones políticas de solución nacional incluyentes de todos los
cubanos. Descubrí que no era Estados Unidos el enemigo del estancamiento
de Cuba. Eran el gobierno cubano y sus primeros exiliados.

Sobre la falta de efectividad de los métodos de los primeros exiliados y
sus descendientes, pienso que es un lamentable problema de odio y pasión
que los ciega y no les permite ser objetivos y arrastrar pueblo. Los
cubanos se van de Cuba por miles pero no se suman al exilio histórico.
Este grupo de pioneros cubanos exiliados, utilizando su poder económico
y electoral, proyectan la agenda de las relaciones de EEUU con Cuba solo
utilizando métodos estáticos, inactivos y contraproducentes que han
perjudicado el proceso de emancipación de Cuba.

Ya con algunos de de los orientadores y políticos históricos cubanos
exiliados se observa que lo de Cuba es como un entretenimiento por hacer
algo aunque sea en vano. El último episodio de estos exiliados ha sido
llevar al gobernador de la Florida Rick Scott a firmar en la Torre de la
Libertad una ley falsa e inaplicable porque la política exterior de
Estados Unidos se maneja a nivel federal. Ellos lo saben, pero también
saben que eso hipnotiza a cubanos que corren inocentemente a darle el
voto y eso es lo que cuenta. Jugar con el problema cubano.

http://www.elnuevoherald.com/2012/05/03/1194491/oscar-pena-el-problema-cubano.html

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