26 de mayo de 2012

Mariela y Eusebio

Mariela y Eusebio
[25-05-2012]
Pedro Corzo

(www.miscelaneasdecuba.net).- Es posible que el lector se confunda
cuando vea el título de esta columna y crea que está dedicada a
describir la vida y obra de dos personalidades de la Biblia o de otro
libro religioso, pero no es así, es un artículo en el que se hace
referencia a dos burócratas, a dos altos funcionarios de una dictadura
que gracias al encanto mágico que el castrismo ejerce sobre algunos
medios, intelectuales y políticos, disfrutan de derechos que le son
negados a la mayoría de los ciudadanos cubanos.

Mariela ha ganado titulares importantes en medios de información, ha
sido invitada a conferencias internacionales no por contar en su haber
grandes descubrimientos científicos ni por haber elaborado una sólida
tesis sobre la sexualidad, basada en pesquisas rigurosamente realizadas,
sino porque es la hija de Raúl Castro.

Su fama es legada, aunque es de suponer que la heredad no sólo se
circunscriba a la impunidad con la que emite sus calculados
cuestionamientos al régimen, siempre relacionados a los abusos y
vejaciones de la dictadura contra los homosexuales. Nunca en sus
exposiciones aborda otras violaciones a los derechos humanos.

La vida pública que lleva la hija del Jefe, es una excepción en la
oscuridad y discreción con la que los vástagos de otros jerarcas de la
nomenclatura, llevan su existencia.

La sexóloga ha viajado a numerosos países y hay que reconocer que sus
relacionistas públicos han hecho a conciencia el trabajo encomendado
porque siempre ha contado con una prensa favorable, nada inquisitiva,
aunque nunca ha dejado de hacer constar que apoya la dictadura de su
padre exponiendo que el socialismo que impulsa Raúl, es más humano y
mejor organizado y distinguido por la transparencia, lo que no deja de
ser una velada crítica al mandato de Fidel, es de esperar que Mariela no
sea su sobrina querida.

Mariela puede ser simplemente una heredera que busca brillar con luz
propia en un universo dominado por su tío y padre, por lo que usa la
sexualidad como instrumento, pero también puede ser una hábil o bien
asesorada operadora política que desde una posición de relativa herejía
en un tema importante, pero tangencial, ha desarrollado una actividad
que la ha convertido en la persona más conocida de los Castro después de
Fidel y Raúl.

Los Castro han demostrado que siempre están listos a mover las fichas
que le garanticen la continuidad en el poder, por lo que es factible, en
base a lo que Mariela ha expresado en más de una ocasión de que Cuba es
uno de los países mejor preparados para tener una Presidenta, que ella
sea el doble blanco de castrismo cuando se les acabe el tiempo a los
patriarcas de la dictadura.

Eusebio, de apellido Leal, lo que no significa que lo sea como persona,
tiene una proyección diferente a la de Mariela, pero al igual que ella,
pretende dar la apariencia de que no está de acuerdo con todo, sin decir
qué es lo que está mal hecho.

Un ejemplo son sus recientes declaraciones en Washington, de que en
"Cuba las reformas tienen que ser profundizadas", pero durante la más
cruda ortodoxia castrista, Eusebio nunca expresó una reserva o propuso
algo diferente a lo que dictaban en el Palacio de la Revolución.

Cuando se escucha o ve, da la impresión de que es un hombre que se sobre
estima, que se regodea en la palabra o en la imagen que proyecta.
Autocalificarse como una expresión contemporánea de Don Quijote de la
Mancha, es algo ridículo si se tiene en cuenta de que en la isla cuenta
con todo el apoyo oficial como diputado a la Asamblea Nacional, es
internacionalmente reconocido por su designación de Embajador de Buena
Voluntad de Naciones Unidas por lo que sostuvo una entrevista con Ban Ki
Moon durante su estancia en Nueva York.

Eusebio no combate molinos, ni monta caballos cansados ni deambula por
los páramos y menos se arriesga a rescatar una doncella. El historiador
viaja en primera clase, ha recibido becas internacionales, visitado
innumerables países y administra los fondos que aporta la UNESCO para la
restauración del casco histórico de La Habana.

Eusebio no es luchador. Es un individuo que escogió el camino más fácil
para realizar sus propósitos, decisión que no es mala salvo que se esté
al servicio de una dictadura, su condición de intelectual orgánico de la
nomenclatura le permite hacer el papel de policía bueno, pero de policía
al fin. Su defensa de la dictadura no deja espacios a la duda y su
compromiso de defender el modelo que promuevan los Castro, es firme.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36083

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