Sindicato de indignados

Sindicato de indignados
Jueves, 03 de Mayo de 2012 11:05
Escrito por Odelín Alfonso Torna

Cuba actualidad, Arroyo Naranjo, La Habana, (PD) Hanoy Alfonso, un joven
cubano de treinta y seis años, no quiere saber de cuotas sindicales ni
compromisos con el Estado y la patria. Como relojero por cuenta propia
desde el año 2011, servicio que ofrece en el poblado de Managua, a
veinte kilómetros del centro de La Habana, nada más tributa lo acordado
con la Oficina de la Administración Tributaria (ONAT): lo refealtrente
al pago de su licencia, los servicios públicos y la Seguridad Social.

Antes de afiliarse como cuentapropista, Hanoy tenía asignado un espacio
en un local de servicios administrado por el Estado, en Managua.
Trabajase o no, tenía que pagar cuarenta pesos diarios (aproximadamente
1.80 dólares) por el puesto, además de la cuota sindical. La mesa de
relojería, las piezas de repuesto, el almuerzo y todo lo demás, corría
por su cuenta.

Con la reapertura del sector no estatal, Hanoy Alfonso abandonó el
puesto asignado por el Estado y arrendó el portal de una vivienda en la
misma localidad. Aún así la ONAT insiste en que se asocie al Sindicato
de Comercio, Gastronomía y los Servicios, filial de la Central de
Trabajadores de Cuba (CTC).

Como de costumbre, representantes de la prensa oficial, empleados con un
salario exiguo y sin posibilidad de trabajar por cuenta propia, armaron
su parafernalia habitual con vistas al desfile por el 1º de mayo, Día
Mundial de los Trabajadores. Precisamente los vítores fueron para la
juventud y los cuentapropistas, un gremio que resurgió en el año 2010 y
ya supera los 380 000 afiliados.

Los oficialistas hablan de "comités sindicales de trabajadores por
cuenta propia", integrados a los diferentes sectores sindicales del
Estado, según la actividad. Lo que no dicen es cuánto de estos 380 000
cuentapropistas tributan con la cuota sindical y el pago del Día de la
Patria.

Realmente es inestimable la cifra de cuentapropistas que rechazan la
idea de los comités sindicales, fusionados con la CTC. Es más de lo
mismo. Tampoco la prensa oficial se interesa por descifrar algo tan
negativo para la revolución y el socialismo cubano, en plena faena de
"reordenamiento económico".

Se trata de sindicalizar el sector no estatal, a imagen y semejanza de
los gremios u organizaciones estatales que por más de cincuenta años se
han plegado a los intereses de la casta gobernante. Evidentemente es por
mero interés económico y no para resolver las necesidades del
cuentapropista.

¿Acaso se han creado las condiciones mínimas para una red minorista que
abastezca al sector no estatal? ¿Defiende la CTC la idea de amparar o
reubicar a los empleados estatales cesanteados, quinientos mil según lo
previsto por el gobierno de Raúl Castro? ¿Tendrán apoyo jurídico los
cuentapropistas sindicalizados? ¿Se ha preguntado la prensa oficial
cuántos cuentapropistas entregan sus licencias, movidos por las
tributaciones absurdas o las excesivas multas por parte de la ONAT?

La cuota sindical aplicada a los cuentapropistas es irrisoria, solamente
dos pesos al mes, menos de quince centavos de dólar. Entonces cabe
preguntarse, ¿por qué tanto desinterés por la afiliación?

Téngase en cuenta que más de cien mil trabajadores por cuenta propia
fueron empleados estatales. Saben que además de disfuncionales, los
comités sindicales son un instrumento de las administraciones y el
Partido Comunista de Cuba.

Hanoy Alfonso ha rechazado en dos ocasiones su afiliación al Sindicato
de Comercio, Gastronomía y los Servicios. Dice que no quiere ser
representado por algo que no tiene representatividad alguna ante los
órganos de la Administración y el Estado.

La prensa oficial podrá anunciar que desfilaron miles de cuentapropistas
comprometidos con la revolución. Pero al fin y al cabo no pasan de ser
hombres y mujeres obligados a desfilar, miembros activos de un sindicato
que crece en membresía, el de los indignados puertas adentro.

Para Cuba actualidad odelinalfonso@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/4020-sindicato-de-indignados.html