5 de junio de 2012

Académicos e intelectuales apoyan la labor del cardenal Ortega y de la Iglesia católica cubana

Cardenal Jaime Ortega, Iglesia Católica

Académicos e intelectuales apoyan la labor del cardenal Ortega y de la
Iglesia católica cubana

Oscar Espinosa Chepe, Aurelio Alonso, Carmelo Mesa-Lago, Arturo López
Levy, Julia Sweig y Peter Hakim han sido consultados por la revista
Progreso Semanal sobre la polémica en torno a la línea pastoral
impulsada por la Arquidiócesis de La Habana

Redacción CE, Madrid | 05/06/2012 10:30 am

Prestigiosos intelectuales cubanos y estudiosos del tema Cuba coinciden
en reconocer el papel desempeñado en los últimos años por el cardenal
Jaime Ortega Alamino para cambiar la realidad de la Isla, apoyan la
política de diálogo que bajo su dirección ha impulsado la Iglesia
católica y estiman que no se le debe juzgar por sus polémicas
declaraciones en la Universidad de Harvard.

A raíz de la discusión surgida sobre la línea pastoral impulsada por la
Arquidiócesis de La Habana y la polémica en torno a la labor del
Cardenal, la revista Progreso Semanal recogió la opinión de varios
intelectuales que ahora aparecen publicadas en forma de dossier en el
Suplemento Digital No.182 de la publicación Espacio Laical.

Entre las personalidades consultadas se encuentran los residentes en la
Isla Aurelio Alonso, sociólogo y subdirector de la revista Casa de las
Américas y Oscar Espinosa Chepe, ex preso político, economista y
opositor al Gobierno; y dos cubano-americanos: Carmelo Mesa-Lago,
profesor emérito de la Universidad de Pittsburgh y Arturo López-Levy,
investigador asociado de la Universidad de Denver, Colorado. También
expresaron su opinión los norteamericanos Peter Hakim, director emérito
de Diálogo Interamericano y Julia Sweig, miembro principal del Centro
Nelson y David Rockefeller, ambos residentes en Washington D.C.

El profesor Mesa-Lago se reconoce partidario del diálogo entre cubanos y
por tanto apoya "los programas y acciones de la Iglesia católica que
abren espacios para el debate respetuoso de cubanos dentro y fuera de
Cuba, con diversas ideas, en busca de consenso, procurando las
necesarias reformas económico-sociales que requiere el país".

Mesa-Lago respalda el editorial de la revista Espacio Laical que pide
que cesen los obstáculos del aparato ideológico del PCC contra espacios
del Arzobispado y contra la participación de académicos e intelectuales
cubanos, y espera que "la Iglesia se abra también a la participación en
los debates de disidentes políticos residentes en Cuba con posiciones
documentadas y respetuosas".

Oscar Espinosa Chepe agradece a la Iglesia el apoyo a los familiares de
los presos cuando estaban lejos de sus casas; asimismo, saluda la
participación de las revistas Espacio Laical y Palabra Nueva en el
debate nacional, con argumentos pero sin agresiones.

"Creo que el balance que hay que hacer del trabajo de la Iglesia es
altamente positivo, en el sentido de que los trabajos que está haciendo
la Arquidiócesis de La Habana de unión de los cubanos, de servir de
puente entre distintos sectores de nuestra sociedad es muy favorable",
opina Chepe.

El opositor recuerda que la Iglesia católica fue "la única organización
interna del país que se pronunció a favor de nosotros, los presos del
grupo de los 75" y que también fue "la única que le abrió las puertas a
nuestras esposas, a nuestros familiares cuando nos iban a ver a las
prisiones en el interior del país". "Y esas son cosas que hay que
recordar…", ha dicho.

Chepe cree que las críticas que se han lanzado contra el Cardenal y
contra la labor de la Iglesia católica cubana tiene que ver con que
"algunas personas se han dejado arrastrar por análisis muy
superficiales, se han dejado arrastrar quizás por la desesperación, por
el deseo del cambio, por el deseo de que Cuba rápidamente se transforme
en lo que todos queremos: una sociedad democrática".

Por su parte Aurelio Alonso, sociólogo y subdirector de la revista Casa
de las Américas, considera que la Iglesia en Cuba ha realizado acciones
legítimas que el Estado ha reconocido, lo cual es una de las causas de
que la crítica a esa institución se haya hecho más virulenta.

Julia Sweig piensa que el cardenal Ortega ha creado "un espacio para el
debate y el diálogo en Cuba, y no solo para los católicos".

Sweig, miembro principal del Nelson y David Rockefeller Center y
directora de Estudios Latinoamericanos del Consejo de Relaciones
Exteriores en Washington, recuerda que los esfuerzos de Ortega por
ayudar a la liberación de presos políticos —no solo en los últimos años,
sino durante el tiempo que ha ocupado el cargo— ha sido "eficaz e
incluso heroico".

En su opinión, Ortega se ha convertido también en un interlocutor
esencial para la comunidad internacional.

"Cuba está atravesando un período de cambio significativo. Creo que hay
más espacio para el desacuerdo, disensión y el choque de ideas que en
ningún otro momento (…) y la Archidiócesis no es más que una institución
de la sociedad civil que ha ayudado a crear ese espacio", señala.

El investigador asociado de la Universidad de Denver, Estados Unidos,
Arturo López-Levy afirma que, frente al coraje de pactar y dialogar
mostrado por el cardenal Ortega, los sectores radicales han acudido a la
descalificación, la mentira y la organización de provocaciones para
envenenar el ambiente donde las posiciones moderadas y dialogantes
puedan fructificar.

Para Levy, el resultado exitoso del "diálogo paciente de la Iglesia con
el Gobierno", liderado por el Cardenal le ha merecido el respeto de "la
abrumadora mayoría" del pueblo cubano en la Isla y la diáspora.

Sobre los "ataques" de que ha sido objeto el propio Ortega y la
institución que representa, Levy propone continuar con el diálogo.

"En lugar de enfrascarse en debates espurios con radicalismos verbales
cada vez menos relevantes, la Iglesia y el Gobierno deben renovar
esfuerzos de diálogo, avanzando responsablemente en mayores aperturas."

Peter Hakim, director Emérito de Diálogo Interamericano en Washington,
no cree que exista otro camino para lograr un cambio exitoso y pacífico
en Cuba en un período cercano que no sea por medio del diálogo, la
participación y la reconciliación y, en este sentido, los esfuerzos de
la Iglesia católica cubana son muy importantes.

Hamkin sostiene que las declaraciones del Cardenal en Harvard fueron
desafortunadas, "no solo porque eran insultantes para algunos individuos
valientes, sino porque también pueden dificultar el trabajo de la
Iglesia en Cuba y disminuir el apoyo a ese trabajo en Estados Unidos".

"Pero nadie tiene toda la razón todo el tiempo. El Cardenal es un hombre
extraordinario que ya ha contribuido de manera importante al cambio y a
la decencia en Cuba", añade.

La reacción a sus dus declaraciones, dice, "es una razón para que la
Iglesia y el Cardenal redoblen sus esfuerzos. Nadie más puede realizar o
se dedica a realizar la tarea que ellos mismos se han impuesto".

http://www.cubaencuentro.com/cuba/noticias/academicos-e-intelectuales-apoyan-la-labor-del-cardenal-ortega-y-de-la-iglesia-catolica-cubana-277385

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