15 de junio de 2012

Cinismo, senilidad, ignorancia, o todo a la vez en Fidel Castro?

Fidel Castro, Reflexiones

¿Cinismo, senilidad, ignorancia, o todo a la vez en Fidel Castro?

¿Ha perdido el sentido de la realidad, o cree que todos somos tontos?

Eugenio Yáñez, Miami | 15/06/2012 11:02 am

Fidel Castro, como mediocre vedette de farándula superficial y barata,
necesita sentirse en el centro de las candilejas, aunque ya solamente
pueda ganarse chiflidos y abucheos a estas alturas.

Después del monumental conjunto de insensateces publicado durante los
últimos años en sus múltiples reflexiones, donde entre las más
comentadas —por absurdas— estuvieron su anuncio del inicio de la guerra
nuclear antes de los cuartos de final del campeonato mundial de fútbol
del 2010 en Sudáfrica, y su "descubrimiento" de que un conjunto de
chicos malos dirige el mundo a su antojo, para lo cual les basta con
reunirse unos pocos días al año, tomar las decisiones y lanzar las
directivas correspondientes, ahora parece que asume un estilo
telegráfico o lapidario, y ya ha publicado cinco "mini-reflexiones", una
con un texto de 65 palabras, otra con uno de 53, y las otras más breves
todavía.

Pero no piense el lector que al hacer más breves sus "reflexiones" al
Comandante no le queda mucha oportunidad para insensateces, senilidad,
ignorancia o cinismo: todo lo contrario, ahora logra una concentración
de dislates por renglón que le envidiarían reconocidos ignorantes como
Evo Morales o Lázaro Barredo, el director de Granma.

En la reciente "mini-reflexión", titulada "Conductas que no se olvidan",
Fidel Castro comienza con una declaración que no hace dudar de su
vergüenza, que hace rato ha demostrado no tener, sino de su más
elemental sanidad mental, cuando señala que "el alemán más
revolucionario que he conocido fue Erich Honecker".

Con estas diez palabras, Fidel Castro lanza por la borda a Karl Marx y
Friedrich Engels, a Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo, a Ernest
Thaelmann y Walter Ulbricht, y a otros ilustres no comunistas alemanes
en el campo de la política, que mucho han hecho por el bien de Alemania
y de la humanidad, entre los cuales cabe destacar a Karl Kautsky, Eduard
Bernstein, Konrad Adenauer y Willy Brandt. Aunque posiblemente Fidel
Castro, y con seguridad muchos de sus adláteres que comentan en estas
páginas, no han de conocer demasiado sobre los anteriormente mencionados.

Erich Honecker carga sobre sus espaldas miles de muertos, asesinados por
las tropas de guardafronteras, tratando de cruzar el Muro de Berlín o
las fronteras de la Alemania "democrática" para escapar hacia la
libertad. También carga sobre sus espaldas el refinamiento de la
tenebrosa policía secreta germano-comunista, la Stasi, que dejó pequeña
a la Gestapo, y logró el aberrante honor de poner a hijos y padres a
denunciarse entre sí, a los ciudadanos a denunciarse entre sí, a
denunciarse entre hermanos y esposos.

Ese miserable es el alemán "más revolucionario" que ha conocido Fidel
Castro. Ese que cuando los alemanes del este pudieron expresar
libremente sus opiniones lo expulsaron del poder, derribaron el Muro de
la ignominia, acabaron con el "paraíso proletario", y votaron masiva y
libremente por unificar su patria dividida por la soberbia y la
prepotencia soviética.

Ese miserable que Fidel Castro considera "el alemán más revolucionario"
que ha conocido, alegó enfermedad y problemas de salud para escapar de
la justicia, y en 1993 se fue a vivir al Chile donde Augusto Pinochet
continuaba de jefe de las fuerzas armadas, aunque había renunciado como
jefe de estado tras un plesbicito donde los chilenos quisieron dar paso
a gobiernos democráticos civiles.

Fidel Castro dice guardar hacia Honecker "el sentimiento más profundo de
solidaridad", a la vez que ataca a otros, cuando dice que su miserable
admirado "pagaba amargamente la deuda contraída por aquel que vendió su
alma al diablo por unas pocas líneas de Vodka". Como no parece que se
esté refiriendo a Raúl Castro en las frases anteriores en que menciona
el vodka, hay que considerar que podría estar hablando de Boris Yeltsin
o de Mijail Gorbachov: con las confusiones mentales de Fidel Castro en
los últimos tiempos es difícil poder hacerse juicios exactos de lo que
está hablando.

Para el dictador cubano, hombres que tuvieron el coraje de denunciar la
mentira, la barbarie, la opresión y el mito del imperio soviético,
permitir que naciones europeas y asiáticas aplastadas bajo las botas del
Ejército Rojo pudieran decidir libremente su destino, y posibilitaron
que los pueblos de la Unión Soviética pudieran escoger su futuro votando
libremente, sin tanques y KGB que los vigilaran, sin "revoluciones" ni
derramamientos de sangre, son definidos como alguien que "vendió su alma
al diablo por unas pocas líneas de vodka", mientras que el carnicero del
Muro de Berlín y "perfeccionador" de la Stasi es "el alemán más
revolucionario" que él ha conocido.

Resulta algo muy conveniente que Fidel Castro escriba sobre estas cosas.
Así, perfectamente, podemos tener muy clara la calaña y la bajeza moral
de los individuos que él considera "revolucionarios", y a la vez los
verdaderos valores y actitudes de quienes él considera que "venden su
alma al diablo" cuando propician y facilitan la libertad de los pueblos.

Con lo cual, teniendo claro a quiénes define Fidel Castro de un lado y
del otro, tenemos también una magnífica imagen de los valores morales y
humanos de quien establece y proclama evaluaciones sobre otros como si
fuera un Dios bajado del Olimpo, y no un mediocre y decadente anciano
padeciendo, además de exagerada egolatría, de absoluto cinismo,
senilidad e ignorancia, todo a la vez.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/cinismo-senilidad-ignorancia-o-todo-a-la-vez-en-fidel-castro-277688

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