9 de junio de 2012

Cuba, Dictadura Parlamentaria. Eliécer Ávila y su multa a pagar

Cuba, Dictadura Parlamentaria. Eliécer Ávila y su multa a pagar
[09-06-2012]
Julio César Soler Baró
Redactor de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- Cumplir con la ley no es aceptarla sino un
deber tan ciudadano como el cambiarla cuando ésta no representa los
intereses de la ciudadanía. Incumplir o violar la ley, lo cual parece lo
mismo pero NO lo es, es en ambos casos y en cualquier lugar donde la ley
en cuestión sea vigente, delinquir.

Violar o incumplir la ley, incluso cuando se le desconoce, es, aun
teniendo en cuenta las atenuantes del caso, un delito.

El "Estado", definido por Max Weber como aquel grupo social/humano con
el monopolio del uso de la violencia en un perímetro geográfico bien
delimitado llamado Nación, tiene siempre medios para doblegar al
individuo. La ley es el instrumento regulador del Estado.

Esto funciona así: el Estado siempre manifestará, y en esto los Castro
han sido más que consecuentes, que actúa en beneficio de la Nación, lo
cual es en sí lo que define al Estado como Estado. Entonces el Estado
como tal ya definido, contando luego con la necesaria legitimidad que a
él otorga su parlamento, afincado este último en la Constitución de la
Nación, podrá en las Naciones y NO sólo en la cubana de los Castro:
incluso hasta llegar a matarte. En defensa de la Nación.

Una Nación es según Guibernau: un grupo humano con un "pasado" y una
"cultura" "común", que consciente de sí mismo y de sus actos, hace
reclamo sobre un territorio bien delimitado y también del derecho a su
legítima autodeterminación dentro de los límites de dicho territorio.

A las Naciones según sus Constituciones o Cartas Magnas, y la
interpretación de las mismas que hagan sus parlamentos o grupos
análogos, se las identifica siempre con sus respectivas
contextualizaciones: como repúblicas, federaciones y monarquías o
sultanatos constitucionales, como es el caso del sultanato de Brunei.
Confírmense estos últimos datos en el factbook de www.cia.gov

El Estado en la Cuba de Castro se define a sí mismo como a la Nación,
resultando en que el Estado cubano se representa a sí mismo. Su lógica,
aunque aberrada, es la siguiente:

"Defender las conquistas de la Revolución es defender a la Patria ya que
la Patria es la Revolución, teniendo en cuenta que se ES lo que se hace.
La Patria hizo la Revolución. Entonces, la Revolución como obra de la
Patria o Nación cubana es responsabilidad del Estado cubano, que siendo
representante de una Nación de proletarios ES como todos y nadie, el
transcendente proletariado, y ya sabemos cual es la base del sistema
Socialista, plataforma de tan tamaña aberración social: la Dictadura
del Proletariado".

El parlamento cubano, apoyado en la constitución de la Nación, esa que
el Estado cubano a definido como a sí mismo, legitima el que el Estado
cubano reprima sin chance de apelación a quienes como Eliécer Ávila, le
desobedecen.

En fin, lo que tenemos en Cuba es una Dictadura Parlamentaria y Eliécer
Ávila no tiene posibilidades de ganar el pleito que enfrenta y por lo
tanto debería pagar la muy desfachatada pero" legal" multa que se le ha
impuesto y entonces, también por las vías "legales", fíjense que escribo
"legales" y no justas, ya que con las dictaduras no se puede hablar de
justicia, presentar un recurso de apelación.

Las leyes en Cuba, y donde sea, hay que cambiarlas cuando éstas no nos
representan, no violarlas. Porque violar la ley en el contexto de su
vigencia es convertirse en un "criminal" en dicho contexto, y como
"criminal" siempre podremos ser juzgados y penados con severidad, aun
cuando la acusación origen del mal momento sea falsa, infundada. Multa
siniestra, pero si no sigues el proceso estipulado por la ley,
instrumento eficaz del Estado, entonces se delinque contra el Estado al
negarse a seguir el proceso estipulado para invalidar la multa y
entonces es por este segundo delito por el que se puede ser juzgado,
castigado.

Recomiendo seriamente, a quien no lo ha leído, leer el texto "El
Extranjero" del existencialista Albert Camus.

Cambiar las leyes en Cuba es tarea de todos y de yo saber cómo, ya las
habríamos cambiado porque está hoy aplicada en contra de Eliécer, como
muchísimas leyes vigentes hoy en Cuba, son una vergüenza que NO nos
representan y definitivamente nos machacan.

De lo que yo, amparado en los párrafos iniciales de este artículo, si
estoy seguro, es que el inmolarse contra la balanza desajustada de la
justicia en la Cuba de Castro es hacerla caer despiadada y mortífera
sobre nosotros, y por eso pienso que ese NO es el modo de cambiarlas.

Patria y Libertad


Julio César Soler Baró. Otro cubano en el exilio. Oluwo Otura-Niko

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36206

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