11 de junio de 2012

Doble empleo

Doble empleo
Lunes, Junio 11, 2012 | Por Julio C. Martinez

LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Para muchos quizás el tema de
la prostitución en Cuba resulte ya aburrido, pero hay algunas historias
que, aunque comunes, resultan especialmente tristes.

Carla, es una habanera de 30 años que vive en el municipio 10 de
Octubre, es divorciada y madre de dos niños. Es maestra graduada de
Matemática, profesión que ejerció, y que hasta hace muy poco combinaba
con su trabajo de prostituta en las noches.

Según me cuenta, todo comenzó cuando su esposo quedó desempleado al
reducirse la plantilla en su empresa y ella pasó a ser la principal
proveedora del sustento de la casa. Con su salario mensual de maestra,
de 400 pesos (unos 16 dólares), asumió la responsabilidad de mantener a
su familia, con dos niños pequeños. Pero el sueldo no alcanzaba ni para
la primera semana del mes.

Fue una amiga que ya ejercía el oficio quien le presentó a su primer
cliente: un alemán que le pagó 50 dólares –más que tres meses de su
salario– por una sola noche como dama de compañía, incluso sin que
llegaran a tener relaciones sexuales. Todo fue con el consentimiento de
su esposo, que se quedó en casa cuidando los niños, para que ella
pudiera "luchar".

Me cuenta Carla:

"El primer cliente fue bastante fácil, pero no todos fueron así. Los
gustos eran muy variados, a veces realmente raros y había que asumirlo,
porque es mucha la competencia en la calle. Hay un momento en que no
puedes dar marcha atrás, y terminas insensibilizándote, eres un trozo de
carne en venta. A veces, solo me quedaba cerrar los ojos y pensar en que
lo hacía por mis hijos.

Una noche, en una discoteca, conocí a un español. Un hombre muy amable y
culto, que después de bailar conmigo me dijo que el no buscaba una
mujer, sino un hombre. Era la primera vez que me veía en esta situación,
y lo primero que me pasó por la mente fue llamar a mi marido para
contárselo. Mi marido me dijo que él lo haría, que si yo me sacrificaba
él también podía hacerlo. Poco tiempo después de eso, el matrimonio
comenzó a desmoronarse, hasta que nos separamos."

Después de la separación, la madre de Carla asumió el cuidado de los
niños para que ella pudiera trabajar en las noches. Con la nueva
profesión, su vida, en lo económico, había mejorado mucho y toda la
familia se beneficiaba de las ganancias. Un día comenzó a sentirse mal.
Fue al médico y encontraron que era positiva VIH SIDA.

Carla está ahora ingresada en un hospital, donde la conocí, debido a una
crisis de su enfermedad. Su madre sigue cuidando los niños y el ex
marido sigue desempleado.

Yo, sentado a su lado, escucho la historia real que parece más bien
sacada de una mala telenovela. Al despedirme, me dice con una triste
sonrisa: "Mañana me traen a mis niños, ojala tenga tiempo para verlos
crecer un poco más."

http://www.cubanet.org/articulos/doble-empleo/

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