6 de junio de 2012

Frustraciones de un carnaval

Frustraciones de un carnaval
Miércoles, 06 de Junio de 2012 02:18
Escrito por Roberto Valdivia

Cuba actualidad, Ciego de Ávila, (PD) Una vez concluidas las actividades
por el primero de mayo, comenzó el carnaval Ciego de Ávila 2012
presidido por una valla con la efigie del general Raúl Castro y la
consigna "Orden, disciplina y eficiencia".

En la tribuna donde se instaló el jurado para presenciar y evaluar las
evoluciones del carnaval, estuvieron presentes los invitados de gobierno
y demás personalidades. Como de orden y disciplina se trató, no faltó la
presencia de la brigada especial de la policía, con sus típicos
uniformes que los identifican como las "avispas negras". Se trata de
tropas élite que nada tienen que ver con los festejos populares.

Durante siete días, la ciudad cabecera provincial fue invadida por
centenares de establecimientos estatales y particulares de venta de
alimentos, cerdo en todas sus variedades, pollo, pescado, brochetas,
pizzas y todo tipo de golosinas, que incluyeron manzanas norteamericanas
–a pesar del bloqueo- y todo a precios excesivos bajo la premisa de
oferta-demanda. Muchas personas con ingresos modestos, –la mayoría- se
quedaron con las ganas de probar al menos un bocado. El abarrotamiento
fue tal, que muchos aún se preguntan de dónde salió tanta comida.
Precisamente porque antes, durante y después de la fiesta, la libreta de
racionamiento no entregó ni tan siquiera el picadillo de soya.

De igual manera sucedió con el mercado agropecuario estatal ubicado en
la céntrica calle Marcial Gómez, que el domingo 6 de mayo solo ofertaba
fruta bomba verde. El almacén estuvo desabastecido y los empleados, en
tareas de limpieza. Otro aspecto que criticó la población, debido a su
incidencia negativa en los niños, fue la presencia de centenares de
cuenta propistas con puestos de venta de juguetes, algunos artesanales
en moneda nacional a precios inalcanzables y otros de fabricación
industrial, -autos de carrera, metralletas, etc.- al increíble precio de
10 CUC, equivalentes a 250 CUP de acuerdo con la tasa de cambio vigente.
Esto provocó la protesta de padres, incómodos por el llanto y la
frustración de los niños por juguetes que sus padres no están en
condición de pagar. Algo incongruente para un gobierno que alardea de
"igualdad y justicia social".

Nadie comprende exactamente cómo cuenta propistas consiguen
comercializar productos que fabrica o controla el estado. Varios
interrogados evadieron la respuesta, ya que entre sus ofertas estuvieron
cosméticos, artículos para el hogar, gafas de diferentes modelos,
perfumes, cables eléctricos, tomacorrientes, enchufes, lámparas, etc. En
Cuba no existen fábricas particulares para esas producciones.

Las autoridades hicieron caso omiso a las quejas de la población. En el
decir de muchos, los carnavales avileños se convirtieron en fiestas
impopulares con predominio de altos precios, ofertas en moneda
libremente convertible (divisa), algo que marcó agudos contrastes y
diferencias de clases. Hubo adulteración y mala calidad en los
alimentos, venta de cervezas de fabricación clandestina, frustración
familiar, desórdenes e indisciplinas que contradijeron el slogan de la
pancarta oficial y un marcado desabastecimiento, distante de los
llamados a la eficiencia.

Para Cuba actualidad: martinroberto51@yahoo.es

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/4256-frustraciones-de-un-carnaval.html

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