22 de junio de 2012

Ilusiones perdidas

Ilusiones perdidas
[22-06-2012]
Julio César Gálvez
Preso de Conciencia de la Causa de los 75

(www.miscelaneasdecuba.net).- Nuevamente las turbas castristas han
arremetido contra las Damas de Blanco. Cerraron el tránsito de vehículos
y personas en la concurrida calle Neptuno, en el mismo centro de la
ciudad de La Habana. Acosaron y hostigaron durante tres días a más de
treinta mujeres, para impedir la realización de un encuentro literario y
la celebración del Día de los Padres. El paso por el lugar estaba
bloqueado para todos, menos para las Brigadas de Respuesta Rápida,
dueñas del lugar, con sus rugientes gritos ofensivos de ¡Prostitutas!,
¡Mercenarias! y las repetidas amenazas de ¡Las vamos a machetear! y al
que no le guste, ¡que se vaya pa' mayami!

Estos actos de repudio pueden ocurrir un miércoles, un jueves o
cualquier otro día de la semana. Tanto a la salida de una iglesia
católica, tras orar por la salud y la vida de quienes se debaten en
agonía tras las rejas del presidio por clamar con dignidad, la libertad
y la democracia para la isla donde nacieron; como al tomar un transporte
para trasladarte de una provincia a otra; asistir a una reunión de
padres de la escuela de tu hijo; celebrar una fecha de conmemoración
social o patriótica; sentarte en el inodoro de tu casa a orinar o acudir
al cuerpo de guardia de un hospital al presentarse una dolencia
repentina. Ahí están los hombres y mujeres de la policía política
fisgoneando cuanto movimiento haces para tratar de hacerte la vida
imposible. Un yogurt, como se dice en buen cubano.

Nada nuevo para quienes todos los días se encuentran frente a frente con
la verdadera cara del castrismo sanguinario y represor. Los hechos
ocurren una semana justa, después de que sostuvieran un encuentro con el
Cardenal Jaime Ortega Alamino, el cual Berta Soler, portavoz de las
Damas de Blanco, señalara como positivo, al ser entrevistada a la salida
de la sede del arzobispado.

Desconozco lo hablado por ambas partes durante el encuentro, pero todo
fue pura fachada. Ortega las recibió para halagarse a sí mismo en su
eterna vanidad, oír, soplar y comentar al oído del general, después.
Las Damas de Blanco, esperanzadas quizá en un supuesto gesto honrado del
jerarca de la Iglesia Católica Cubana, de que intercediera ante el
sucesor de la dinastía castrista, para acabar el acoso y la represión
contra mujeres indefensas y pacíficas, durante la celebración de sus
actos.

Tiempo perdido el de Berta y sus acompañantes. Nada ha cambiado ni va a
cambiar mientras exista un solo descendiente de los Castro Ruz en este
mundo. Ya los tiempos de hablar, conversar y dialogar se esfumó. La
intransigencia de los viejos generales no quieren, no les da la gana de
escuchar a nadie hablar de ningún tema que no sea el que ellos
propongan. Total ellos toman Chivas Regal en lugar de té, se confiesan
ante las imágenes de los sanguinarios San Lenin y San Ché – al que están
tratando de encumbrar nuevamente ante la depauperada imagen de Fidel
Castro -, disfrutan de la literatura pornográfica y se cagan en el Día
de los Padres, pues ellos no tienen madre.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36300

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