21 de junio de 2012

La primera misa cantada en la isla de Cuba: mitos y realidades

La primera misa cantada en la isla de Cuba: mitos y realidades
[21-06-2012]
Héctor Maseda Gutiérrez
Periodista y presidente del Partido Liberal Cubano

(www.miscelaneasdecuba.net).- Tradicionalmente se le atribuye la
autenticidad histórica que fue el 16 de Noviembre de 1519, a los 27 años
del "Descubrimiento de nuestro Continente" o el "Encuentro de dos
Mundos", (éste último como algunos historiadores prefieren calificar el
evento a que me refiero); la fecha en que se celebró la Primera Misa
Religiosa cantada bajo la égida de una precolombina ceiba, próxima a la
costa noroccidental y en áreas vecinas al puerto de La Habana. Sabemos
que durante la realización del acto religioso, también tuvo lugar el
Primer Cabildo de la Villa San Cristobal de La Habana o una de las
prístinas estructuras de gobierno municipal colonial.

En este breve ensayo histórico me ocuparé exclusivamente de la "Primera
Misa…", cuya dirección principal en la investigación será encontrar
respuestas al cómo, dónde y cuándo se celebró y sí realmente constituyó
un auténtico hecho. Estos elementos esenciales que trataremos de
aportar, describen cronológicamente los cambios geográficos que tuvo la
Villa San Cristobal de La Habana. Éstos serán y no otros, nuestros
puntos de partida, por estar íntimamente ligados al suceso que nos ocupa
y constituir el soporte y guía de mostrar qué hay de realidad en ello.

Serafín Ramírez, historiador y crítico destacado, señala en su obra
"Habana artística" que: "(…) fue Fray Bartolomé de las Casas quién
ofició esta misa, pero varios especialistas también de su época, refutan
esa hipótesis al argumentar que Ramírez la confunde con la primera que
el monje las Casas cantó en la ciudad de la Concepción de la Vega cuando
este prelado ingresó en el clero regular de Santo Domingo, donde fue
felicitado -al concluirla- por Don Diego Colón, hermano de Cristobal,
quién había sustituido a Nicolás de Ovando (1460-1518), éste último
gobernador de La Española, entre 1502 al 1509, en la dirección política
de la vecina isla caribeña (Actuales República Dominicana y Haití, nota
del autor).

Por otro lado, conocemos que el afamado general e historiador, Joaquín
de la Pezuela (1761-1830), en su "Ensayo histórico de la Isla de Cuba"
(18…), señala en una parte de su obra, apoyado por la afirmación de De
la Torre y otros autores de la época, que: "(…) los primeros habitantes
de La Habana establecieron La Villa San Cristobal de La Habana en la
costa suroccidental, frente a la Isla de Pinos (hoy de la Juventud, n.
a.), en los alrededores de la región de Batabanó, el 25 de Julio de
1515, Día de San Cristobal Apóstol (de ahí proviene el nombre del
villorrio, n.a.) en la desembocadura del río de Güines o Mayabeque, zona
donde se asentó la primera villa con ese nombre". Lo cierto es que
mientras la villa estuvo en esa latitud geográfica no se recoge la
realización de ninguna misa religiosa.

Posteriormente –afirman Pezuela, De la Torre y varios historiógrafos
más- esta comunidad se trasladó por la insalubridad que presentaba la
región debido a los múltiples enjambres de mosquitos, presentes en todo
momento, insectos que convertían la supervivencia en aquella región en
algo incompatible con la vida; o bien por haberlo decidido el
Adelantado, capitán Don Diego Velázquez de Cuéllar, para las márgenes
del río Casiguaguas o Almendares (nombre éste con el que se conoce
actualmente, n.a.) y cercano a la costa noroccidental de la Isla de
Cuba. Tampoco existen reportes o que tengamos noticias en nuestras
investigaciones, que en ese sitio se celebrara un evento religioso
público con la comunidad que allí residía de forma permanente.

Con el paso de los años el poblado y sus habitantes se desplazaron hacia
los alrededores del puerto habanero, sin que se precise la fecha,
conocido por Carenas en aquellos tiempos, por la visita obligada que le
hizo a este enclave geográfico en 1508 el ya mencionado Nicolás de
Ovando, que antes de gobernador fue marinero y explorador, a quien se le
encargó bojeara (circunnavegara) la Isla de Cuba para determinar si
constituía una porción de tierra aislada o formaba parte de un
continente y se vio en la obligación de calafatear (impermeabilizar con
estopa y brea) el casco de sus naves. El posterior nombre de Habana (o
un vocablo aborigen fonéticamente parecido a éste, se tomó de los
amerindios y fue asumido por los ibéricos en la práctica con el
transcurso del tiempo, n. a.).

El propio Pezuela, en su ya citada obra, argumenta que por el espíritu
religioso de los europeos de aquellos tiempos, pone en duda que esos
hombres se abstuvieran de asistir a una misa religiosa durante un
período tan prolongado (27 años, n.a.), salvo que se debiera a la
ausencia en esos parajes de un sacerdote que pudiera oficiarla o se le
autorizara por sus superiores de la Orden, su realización.

Otros escritores modernos como el Dr. Ramón Mesa y Suárez Inclán, en un
artículo sobre "El Templete" publicado en la "Ilustración cubana", el 15
de noviembre de 1897, afirma que: "(…) sin (la) presentación de pruebas
irrefutables de haberse celebrado una misa en ese sitio (El Templete) el
16 de Noviembre de 1519, bajo la sombra de una ceiba, (debe
considerarse) este hecho de totalmente falso por infundado (…)".

Lo cierto es que el 7 de Julio de 1494, la flota de Colón que ancló en
la boca del río Jatibonico, llamado después "Río de la Misa", en el
extremo septentrional del Cabo Cruz, nombre dado por el propio
Descubridor y que aún se conserva; existe una versión muy difundida que:
"(…) fue aquí donde Cristobal Colón alzó una cruz de madera que fue
recibida por el cacique taíno Orfanay y tuvo lugar la primera misa que
se celebró en la Isla de Cuba. A ella asistieron (muchos) aborígenes y
europeos. Ambos grupos mostraron gran devoción". Yo acotaría que al
menos en apariencia. Este hecho histórico lo recogieron los cronistas de
la época y se encuentra registrado en "Los Archivos de las Indias
Occidentales", desde hace siglos, en España.

Concluido el acto religioso, se cuenta que el cacique taino se aproximó
al Almirante y mirándole fijo a los ojos, Orfanay le dijo con gestos y
el poco español que ya conocía: ¨No te envanezcas con tus triunfos que
son efímeros, con la muerte todo se acaba". No se tienen noticias de la
respuesta de Colón, si es que la hubo.

Por otro lado, el Dr. Pérez Beato, historiógrafo ibérico, refuta con
solidez que: "(…) el 16 de noviembre de 1519, en "El Templete", (próximo
al sitio que ocupa actualmente en la Habana el que fue Palacio de los
Capitanes Generales de España en Cuba, hoy museo, n.a.) se haya
celebrado la Primera Misa Religiosa Cantada". Y en otra parte de su
texto afirma que: "No existe ningún elemento probatorio que lo avale.
Solamente pervive a través de los siglos la tradición, y ello sólo le
concede el derecho de reducirla a un simple mito o leyenda ancestral".

Ya es hora de presentar las conclusiones a que me conducen los trabajos
de campo e investigaciones realizadas, partiendo de las fuentes de
primera y segunda manos de la bibliografía activa y testimonios
documentados consultados por mí, así como las reflexiones y análisis a
los cuales he llegado personalmente, como Presidente y miembro de número
de la Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos, en su Sección de
Historia:

PRIMERA.- No tengo dudas que "La Primera Misa Religiosa Cantada" en la
Isla de Cuba no se produjo bajo una ceiba en áreas próximas al Palacio
de los Capitanes Generales, aledañas al puerto de La Habana, el 16 de
Noviembre de 1519. En este lugar, pudieron efectuarse numerosas misas
religiosas católicas, cantadas o no, incluyendo la supuestamente
realizada en 16 de Noviembre de 1519 o posteriores, pero no la prístina
oficiada en la Isla de Cuba.

SEGUNDA.- El "Primer Oficio Religioso Cantado" en la Isla de Cuba SÍ
tuvo lugar el 7 de Julio de 1494, a los dos años del Primer Viaje de
Colón y sus marineros acompañantes, en la boca del río Jatibonico,
conocido posteriormente como "El Río de la Misa", en el norte del
territorio bautizado como Cabo Cruz, en la zona oriental de Cuba, por el
propio Gran Almirante Cristobal Colón, ante la presencia de decenas de
europeos y aborígenes creyentes que allí se reunieron para participar en
tan magno e histórico acto de fe católico.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36290

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