22 de junio de 2012

Ladrones y cómplices

Ladrones y cómplices
Viernes, Junio 22, 2012 | Por Alberto Méndez Castelló

PUERTO PADRE, Cuba, junio, www.cubanet.org) –Un crimen fue cometido
aquí a la vista pública: El sistema de regadío de la granja "Juan Manuel
Márquez" fue arrancado en pedazos y robado.

Las placas de hormigón armado que revestían los canales de irrigación de
más de 170 hectáreas fueron arrancadas de las zanjas cuales hojas de papel.

Miles de pesos y horas de trabajo fueron a caer en saco roto. Cientos
de toneladas de cemento, acero, combustible y toda suerte de recursos
destinados a producir alimentos fueron robados sin que nadie levantara
un dedo para impedirlo.

La granja está justo a la vera de la carretera que conduce a la playa
Covarrubias, el más importante destino turístico de la provincia Las
Tunas, por donde transitan desde el delegado del ministro del Interior
hasta la primera secretaria del Partido Comunista provincial.

Dos grandes máquinas irrigaban por aspersión y de forma automática la
granja. El vandalismo comenzó cuando desde niveles superiores ordenaron
desmontar las máquinas.

Hoy las tuberías se emplean en corrales de vacas y las placas de
hormigón de los canales en cochiqueras y en cuanto tugurio se pueda
imaginar.

Aunque no hemos podido confirmarlo, una fuente bien informada nos dijo
que unos de los motores de las maquinas de irrigación se encuentra en un
tractor montacargas.

"Hay que revestir canales", tituló el diario oficialista Juventud
Rebelde en una entrevista hecha al ingeniero Raimundo Santiesteban como
parte del reportaje "¿Riego por buen cause?", publicado el pasado 25 de
marzo.

Según Santiesteban, director de Ingeniería del Ministerio de la
Agricultura, urge revestir canales y acometer otras acciones de
mantenimiento, pues cualquier variante para llevar el agua desde los
embalses hasta los campos solo contará con un 60 por ciento de
eficiencia mientras los canales no posean el mantenimiento adecuado o
estén revestidos.

"Pero eso cuesta mucho", puntualizó el ingeniero.

En realidad no es necesario ser ingeniero para percatarse de lo costoso
que resulta revestir con hormigón armado canales de irrigación de
cientos de metros de longitud.

Tampoco se precisa ser criminalista o antropólogo forense para
percatarse del grado de degeneración moral de una sociedad forzada al
delito.

"Mire a ese que tiene el pescuezo tieso. Esta gente no sabe, o no
quieren, o no pueden mirar a los lados", nos dijo un campesino que, de
pie junto a uno de los canales destruidos, señalaba a dirigentes y
funcionarios transitando en sus vehículos por la carretera sin que
echaran un vistazo a toda aquella destrucción.

"El colmo es que a mí me robaron el sistema de regadío completo: 45
tubos con sus aspersores. Le dije a la policía quiénes podían ser los
ladrones, pero no cogieron a nadie. A quien vinieron a interrogar fue a
mí, porque con los pedazos de tubos que me dejaron los rateros hice una
portada", dijo el campesino con un gesto de asombro.

Un profesor nos dijo que tenía que buscar a "la mala" para el puré de su
niña. Cuando con un gesto le hicimos saber que no entendíamos, nos dijo
sonriendo.

"¡La mala, la roja!", dijo el profesor refiriéndose a la carne de res.

Y un viejo vaquero, a quienes los cuatreros le han robado desde vacas
lecheras hasta un caballo semental valorado en miles de pesos, nos dijo
sobre los ladrones:

"En verdad no siento ningún odio por ellos. En este país a mi me ha
tocado que me roben y a ellos los han hecho robar".

El hecho de que cargaran con el revestimiento de los canales de la
granja "Juan Manuel Márquez", no es un suceso inusitado: En Cuba existen
tantos cómplices como ladrones, y quizás lleve tanto tiempo comprender
las causas del delito como aminorar el delito mismo.

http://www.cubanet.org/articulos/ladrones-y-complices/

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