6 de junio de 2012

Llueve sobre La Habana

Llueve sobre La Habana
Miércoles, Junio 6, 2012 | Por Lucas Garve

LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -La lluvia azota La Habana y,
como siempre que esto ocurre, el caos lo trastorna todo inmediatamente.
El torrencial aguacero sorprendió a los habaneros en pleno mediodía y en
pocos minutos las calles se tornaron imposibles para caminar, porque
cuando llueve en esta ciudad el agua sube a las aceras y se arremolina
en las esquinas, y no queda otro remedio que meter los pies en los
remolinos de agua fangosa.

La lluvia me impidió continuar la marcha en la intersección de Línea y
L, donde en menos de quince minutos el nivel del agua subió por encima
de la acera. Apenas logré cruzar la calle Línea para guarecerme debajo
de un alero.

"No sé ni para qué llueve en este país, si por mucho que llueva el mango
más chiquito cuesta 5 pesos. Esta lluvia solo sirve para derrumbar
edificios y destruir los zapatos, que además cuestan carísimos",
rezongaba una mujer joven con el pelo mojado que junto a mí se guarecía
de la lluvia.

"Imagínese que voy para mi casa y tengo que recoger a la niña en la
escuela, y mire cómo llueve. Si me resfrío y cojo catarro, a buscar
medicinas. ¿Y dónde están? Porque en las farmacias no hay nada para el
catarro".

Balbina, una amiga que pretendía ir al policlínico a que le inyectaran
algo para aliviarle un dolor en la espalda no pudo salir de su casa por
la lluvia. He aquí su apocalíptica perorata: "Esto es increíble, por un
simple aguacero. No hay ni una transporte que coger para trasladarse
unas cuadras, y con el dolor que tengo, ni pensar en ir caminando. En
este país, si no llueve es malo y si llueve, peor. Ahora prepárate,
porque cuando escampe tienes que andar con cuidado para que no te caiga
en la cabeza el balcón de un edificio".

Al lector quizás le parezca exagerado tanto desasosiego, pero imagínese
como yo, varado en una esquina debajo de un chorro de agua, con la ropa
empapada, sin un taxi, y mucho menos un ómnibus que coger, en una ciudad
con su infraestructura en ruinas, en la que hasta el más mínimo fenómeno
climatológico produce un verdadero caos.

La causa de las inundaciones cuando llueve radica en que el sistema de
alcantarillado está tupido en la mayor parte de la ciudad. A esto se une
el mal estado del pavimento, lleno de baches que se convierten en
lagunas de un agua sucia y pestilente que baña a los transeuntes al
pasar los carros. Ni los que se quedan en sus casas se salvan del efecto
de la lluvia, porque casi siempre que llueve fuerte y con viento, se
interrumpe el servicio de electricidad. Y ni hablemos de los derrumbes,
que ya son parte de la vida cotidiana en esta ciudad que, después de
medio siglo de abandono, se desploma a ritmo acelerado.

A todas estas, un gobierno que no es capaz de garantizar el normal
funcionamieno de una ciudad tropical cuando cae un aguacero, no cesa de
alardear sobre sus prácticas y planes de contingencia para enfrentar
posibles desastres naturales.

¡Como si –con lo que hemos visto hasta ahora– no fueramos los habaneros
capaces de imaginar lo que sucederá el día que azote a esta ciudad un
huracán de verdad!

http://www.cubanet.org/articulos/llueve-sobre-la-habana/

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