5 de junio de 2012

Quién es el mercenario?

Miguel Barnet, Represión, UNEAC

¿Quién es el mercenario?

La conducta antipatriótica de seres como Miguel Barnet es retribuida con
prebendas por el régimen cubano, mientras el pueblo se hunde en la miseria

Oscar Espinosa Chepe, La Habana | 05/06/2012 11:17 am

"No acepto dar el mismo derecho de los académicos a los mercenarios"
proclamó el escritor Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores
y Artistas de Cuba (UNEAC) y miembro del Comité Central del Partido
Comunista, en el marco de la XXX Conferencia de la Asociación de
Estudios Latinoamericanos (LASA), efectuada en San Francisco,
California, en mayo.

El exabrupto de Barnet respondió a una intervención del sociólogo Ted
Henken, profesor del Baruch Collage University de Nueva York (CUNY),
quien demandó otorgar el mismo derecho a los cubanos para participar en
un evento de LASA, mencionando los casos de la bloguera Yoani Sánchez y
Oscar Espinosa Chepe, a quienes el Gobierno cubano ha impedido
participar en conferencias previas de la organización.

Esto sucedió durante un encuentro de la Sección Cuba de LASA, que
elaboraba una resolución de condena al Gobierno de Estados Unidos por
negar visas a 10 académicos e intelectuales, aunque se concedió a 65 que
participaron, incluidos la Dra. Mariela Castro Espín y Eusebio Leal,
historiador de La Habana. El profesor Henken había planteado: "Si
nosotros, como una organización que existe para promover las relaciones
científicas y culturales con Cuba, tomamos una posición pública a favor
del intercambio académico bilateral y contra una manipulación política
de ese tipo de viajes, entonces debemos hacerlo en ambas direcciones y
para todas la personas".

Resulta insólito que el Sr. Barnet acusara de "mercenarios" a personas
pacificas que durante años se han dedicado a analizar —a pesar de la
represión— la situación nacional y que con sólidos argumentos, en la
mayoría de las veces basados en informaciones y estadísticas oficiales,
han advertido y demostrado que el país ha sido conducido "al borde del
precipicio", como ha reconocido el presidente Raúl Castro.

¿Pero qué puede esperarse de una persona firmante el 19 de abril de 2003
de un mensaje a personalidades del mundo para legitimar la brutal
represión desatada en marzo de ese año contra 75 pacíficos disidentes y
activistas de derechos humanos, condenados hasta a 28 años de cárcel,
así como el fusilamiento de tres jóvenes por erróneamente intentar el
secuestro de un barco para huir de Cuba, sin ocasionar hechos de sangre?
Sobre el escritor y quienes además firmaron ese mensaje siempre pesarán
las injusticias cometidas, los asesinados y los sufrimientos de muchas
familias. Ese documento fue respondido por relevantes intelectuales y
artistas en "A los queridos amigos cubanos (dentro y fuera de Cuba)",
del 28 de abril, que puso de relieve la maldad e hipocresía de los
secuaces del gobierno cubano, con una definición lapidaria: "Basta ya de
escudarse en las atrocidades del enemigo para cometer impunemente las
propias. Las injusticias y los crímenes contra la humanidad han de ser
denunciados por los ciudadanos, vengan de donde vengan y los cometan
quienes los cometan."

Durante muchos años apoyamos el proceso que tantas esperanzas creo al
pueblo cubano, pero con igual intensidad, cuando comprendimos que había
torcido el camino y convirtió Cuba en un verdadero infierno, nos hemos
esforzado por contribuir a forjar un derrotero de oportunidades para
todos los cubanos y prosperidad para nuestro país. Siempre hemos
defendido su independencia y soberanía, así como rechazado cualquier
interferencia extranjera. Barnet y, lamentablemente, otros intelectuales
y artistas cubanos, se convirtieron en servidores de un régimen
represivo, encabezado por personas solamente interesadas en mantener el
poder a toda costa y a todo costo, bajo la falsa bandera de un
socialismo apócrifo. Barnet posee la misma naturaleza que los servidores
de Hitler, Stalin, Mussolini y Batista, quienes con halagos y
mansedumbre pusieron sus talentos al servicio del poder para escalar
posiciones, por encima de los sufrimientos de los pueblos.

Todos conocemos cómo el totalitarismo paga esos "valiosos servicios".
Esas conductas antipatrióticas son retribuidas con status especiales,
sin la menor carencia, autos, prebendas y viajes al extranjero, mientras
se cercenan los derechos fundamentales y el pueblo se hunde en la
miseria. Cuando los trabajadores perciben el equivalente a 18 dólares de
promedio mensuales de salarios y los pensionados no llegan a 12 dólares,
pagados en una moneda que el Estado no acepta en la mayoría de sus
tiendas; en un escenario donde la situación económica, política, social,
medio ambiental, demográfica y espiritual es cada vez más caótica y
amenaza hasta los fundamentos de la nación. Por supuesto sobre esos
problemas básicos no se pronuncia ni escribe el Presidente de la UNEAC,
únicamente interesado en mantener sus privilegios, entramado fraguado en
épocas de persecución a verdaderas glorias intelectuales y artísticas de
Cuba. Entonces, ¿Quién es el mercenario?

http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/quien-es-el-mercenario-277388

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