22 de junio de 2012

Regresan los oficios…por decreto

Regresan los oficios…por decreto
Viernes, Junio 22, 2012 | Por Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Jorgito sorprendió a la familia
y amigos, cuando escogió veterinaria como primera opción para optar por
una plaza de técnico medio y, como segunda, agronomía; pero aceptó
maestro emergente, porque a su escuela secundaria básica no llegó
ninguna de sus preferencias. Mariita tuvo que estudiar en la
universidad una carrera de letras, aunque aspiraba a ser geóloga.
Juanito quería ser carpintero, no había especialidad como obrero
calificado, así que deambula vendiendo lo que consigue, juega dominó en
la esquina y toma ron con los amigos. Albertico logró coger la carrera
de su gusto, se las ingenió para poner la costa a sus espaldas, mar de
por medio, pero ahora cuenta a los tres sobre sus primeras dificultades,
los esfuerzos con estudio y trabajo, y el éxito que ha logrado. José lo
escucha pensativo, él también estudió a gusto, solo que el salario no le
alcanza ni para empezar.

Esos problemas se repitieron durante casi 50 años, de manera que junto a
la frustración de los adolescentes y jóvenes, en Cuba se perdieron las
tradiciones y habilidades en los oficios esenciales para la marcha
normal de la vida personal, la economía y la industria, así como en la
importante esfera agropecuaria para esta nación eminentemente agrícola.
En su lugar, se enseñó a despreciarlos, porque todos tenían que ser
graduados universitarios para que "el país" pudiera ufanarse de haber
formado el pueblo más culto del mundo. Simultáneamente, se agrupó a
muchas familias campesinas en poblados con edificios de cinco pisos,
ya que se debían integrar en las cooperativas y los hijos "superarse"
como artistas, maestros o cualquier otra profesión de manera que cuando
"el viejo" falleciera, como no vivían allí ni labraban la tierra, no
tuvieran derecho a heredarla. Poco a poco los antiguos poblados y
bateyes fueron feneciendo al desactivarse los centrales azucareros, con
lo que se aniquilaba una de las fuentes fundamentales de la cubanidad.

Por fin hace varios años comenzaron cambios importantes en la educación
en Cuba, para desmontar el absurdo sistema y tratar de restablecer las
profesiones y oficios indispensables para la gestión agropecuaria, la
industria, las reparaciones y avituallamiento doméstico. De tal suerte
empezó la ardua tarea de convencer a los adolescentes de todo lo
contrario que habían visto en el hogar y escuchado en las escuelas desde
su nacimiento. En el curso 2012-2013 gobierno ha determinado el
ingreso de 75 000 jóvenes en la Enseñanza Técnico-Profesional (ETP), y
de ellos 47 000 se formaran como obreros calificados, según informó
Alexander Manso, su director nacional en conferencia de prensa,
publicada por el periódico Juventud Rebelde, el 20 de junio.

El funcionario precisó que la mayoría de las plazas estarán vinculadas a
la construcción y la agricultura, especialidades que tenían hace tres
años matriculas muy deprimidas y que son una prioridad para el
desarrollo del país. Entre las especialidades más necesitadas mencionó
la mecánica, específicamente vinculada al ferrocarril. Se refirió a las
4 523 aulas anexas en talleres y centros de vultivo organopónico, los
lugares donde está la tecnología, y la participación de más de 4 200
especialistas de la producción y los servicios en el acompañamiento a
estos jóvenes, así como la actualización de los profesores en las
tecnologías que se emplean en el país. También mencionó que unas mil
aulas anexas no tienen la calidad requerida y las condiciones materiales
necesarias. Indudablemente, durante los decenios cuando se priorizó la
educación de forma voluntarista, se dilapidaron recursos que podrían
haberse utilizado en el equipamiento de institutos tecnológicos y
escuelas de oficios para garantizar la calidad del aprendizaje, así como
incentivar a los estudiantes. En Cuba, incluso se carece de libros de
texto, lo que no se puede compensar a través de Internet, ya que ni
siquiera en las escuelas existe acceso libre a la red.

Por otra parte, debe cuidarse no establecer únicamente determinadas
especialidades sobre la base de las prioridades del Estado, ya que se
corre el riesgo de continuar la imposición a expensas de la realización
de los estudiantes como seres humanos y de los otros muy necesarios
oficios, como herreros, carpinteros, plomeros, ebanistas, mecánicos,
electricistas y otros. El establecimiento de salarios dignos junto al
respeto social podría incentivar a los potenciales alumnos y sus
familiares. También podrían influir las posibilidades de ejercer la
gestión privada, sobre todo en la medida en que se autorice mayor
cantidad de labores para el trabajo por cuenta propia y se levanten
prohibiciones a los nuevos agricultores usufructuarios. En ellos podría
estar también el embrión de los futuros pequeños y medianos empresarios.

http://www.cubanet.org/articulos/regresan-los-oficios%e2%80%a6por-decreto/

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