18 de junio de 2012

Turistas de cuarta categoría

Turistas de cuarta categoría
Última actualización el Lunes, 18 de Junio de 2012 04:51 Lunes, 18 de
Junio de 2012 03:36
Escrito por Osmar Laffita

Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) Cayo Coco, con 372
kilómetros cuadrados, el cuarto lugar en extensión del archipiélago
conocido como "Jardines del Rey", y Cayo Guillermo, con 13 kilómetros,
ambos ubicados al norte de la parte central de la Isla, están conectado
por un terraplén de unos 27 kilómetros con la ciudad de Morón, en la
provincia Ciego de Ávila.

En ambos cayos se encuentran las mejores playas de Cuba. Se destacan por
la transparencia de sus aguas, que permiten apreciar los paradisíacos
fondos marinos. Semejan un enorme acuario natural.

En estas playas es frecuente observar dunas de arena de más de 16 metros
de altura.

Las playas de Cayo Guillermo sobrepasan los cincos kilómetros de
extensión. Entre ellas se destaca "Playa Pilar", considerada una de las
más hermosas de Cuba. Lleva ese nombre en homenaje al yate homónimo que
perteneciera al novelista norteamericano y Premio Nóbel, Ernest Hemingway.

A poca distancia de la Cayería de los Jardines del Rey se encuentra una
barrera coralina de 400 kilómetros de longitud -la segunda en
importancia del mundo después de la Gran Barrera Australiana- que se ha
convertido en destino obligado de buzos y amantes del submarinismo.

Tanto a Cayo Coco como a Cayo Guillermo en la temporada invernal arriban
grandes colonias de flamencos que emigran al sur y escogen estos
islotes como sitio de estancia.

Las instalaciones turísticas y de recreo construidas en estos cayos se
ajustan al rico entorno natural que las rodea. Hay allí parques
naturales dirigidos a la práctica del ecoturismo.

En Cayo Coco, desde el año 2005 funciona un moderno aeropuerto
internacional, por donde arriban miles de turistas procedentes de Canadá
y de Europa, principalmente.

En Cayo Coco se han construido modernos y lujosos hoteles que son
operados de manera conjunta por el estado cubano y empresas extranjeras,
entre las que sobresale Sol Meliá.

A dichas instalaciones solo tienen acceso los turistas procedentes del
exterior y los cubanos con suficientes dólares que previamente hagan sus
reservaciones. Los precios de un día de estancia oscilan entre 30 y 40
dólares por persona.

A pocos kilómetros hay un campamento de Campismo Popular, que cuenta con
70 cabañas que están a disposición del público que haga sus
reservaciones en pesos cubanos (CUP).

Recientemente, un jerarca, que pretextó el sobregiro del consumo de
electricidad, ordenó la retirada de todas las cabañas de los minibares y
los televisores, que estaban conectados a la señal satelital de los hoteles.

Dejaron los aires acondicionados, pero en estos momentos el 50% están
defectuosos o no funcionan. En algunos, pasado determinado tiempo de
estar encendidos, el condensador se congela y hay que apagarlos y
esperar dos hora o más para volver a encenderlos.

Los equipos retirados se almacenaron en un sótano de un local en Cayo
Guillermo. Con los aguaceros de principio de junio, este sótano se llenó
de agua. No se conoce el destino que les dio a esos equipos echados a
perder.

Estos equipos de aire acondicionado son los que se quitan de los hoteles
y son sustituidos por otros más modernos. Turismo los destina a otras
instalaciones como inventarios desechables y se los venden al Campismo
Popular.

En el caso de los minibares, los campistas que van con niños se
enfrentan al problema de cómo conservar los alimentos, principalmente
la leche.

El televisor servia para permanecer distraídos dentro de las cabañas,
porque antes del mediodía o después de la 6 de la tarde y hasta las 10
de la noche, no hay quien salga por la enorme plaga de mosquitos y
jejenes que hacen imposible permanecer unos pocos minutos afuera.

Sin embargo, en las zonas donde están los hoteles y demás instalaciones
para disfrute de los turistas extranjeros y cubanos adinerados no hay
mosquitos ni jejenes, porque la aviación fumiga diariamente, cosa que no
hacen donde están la cabañas del Campismo Popular.

La alimentación para los campistas, que se oferta en pesos cubanos, se
limita a picadillo de pollo, chorizo o tortilla. En contadas ocasiones
hay pollo y carne de cerdo. Las bebidas alcohólicas hay que comprarlas
en dólares. En pesos cubanos solo venden refrescos concentrados, pan
con salchicha o queso. Para tomar agua fría hay que ir al restaurante o
la cafetería.

Los campistas no pueden pasar a las instalaciones hoteleras aunque
tengan dólares.

Realmente es humillante el trato que se le da a los que van al campismo
que funciona en los paradisíacos cayos Coco y Guillermo. La Empresa de
Campismo Popular los trata como mendigos.

Lo del sobreconsumo de electricidad es falso: nunca fue superior al de
cualquiera de los hoteles instalados en los cayos.

Las deficiencias y desastres del Campismo Popular de Cayo Coco no son
una excepción. El turismo nacional, que paga en pesos cubanos, se
encuentra en su peor momento.

Como los campistas no llevan dólares están expuestos a sufrir
humillaciones, no se les trata con esmero ni cortesía por parte de los
empleados. Les dicen que los equipos están rotos, que no hay aire
acondicionado, pero cuando entra un grupo de turistas extranjeros, todo
funciona a las mil maravillas. Y los empleados se esmeran para raspar
unos pocos dólares que los campistas no les pueden proporcionar.

Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/section-blog/155-agaleriasociedad/4340-turistas-de-cuarta-categoria.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario