6 de septiembre de 2012

Los inicios de la Internet en Cuba

Los inicios de la Internet en Cuba
Miércoles, Septiembre 5, 2012 | Por Andy P. Villa

GUADALAJARA, México, septiembre, www.cubanet.org -Creo que fui una de
las primeras personas en Cuba que tuvo una computadora Pentium 1.
Comprar una computadora estaba prohibido en Cuba, al menos para los
nacionales, como parte del apartheid que hemos sufrido los cubanos por
parte de los hermanos Castro durante 53 años.

En el año 1996 me presenté en la empresa cubana conocida como TECUN
(Tecnologías Universales), que estaba en la calle 7ma, esquina con 42,
en Miramar. Iba muy bien recomendado, de parte de un amigo de confianza
de uno de los ejecutivos de esa tienda. Pedí una entrevista con él y le
dije:

- Quiero comprar la computadora más moderna que tengas.
- Lo último que nos ha llegado es el Pentium 1, a 133 Mhz.
- ¿Cuánto cuesta?
- 800 USD, es la más cara, pero tenemos otras más baratas, el 486, bla,
bla, bla…
- Quiero la mejor, me la llevo ahora mismo.
- Perfecto
- ¿Y los papeles?
- No hay problemas, sale a nombre de una de las empresas extranjeras,
que es cliente nuestro.

Así fue como esa tarde ya tenía computadora en mi casa, pero solo había
una dificultad…no sabía usarla. Probablemente haya sido uno de los
pocos, sino el único, que compró en Cuba una computadora de última
generación sin saber nada aún de computación. Normalmente, los que se
compran computadora ya saben manejarla y valoran la importancia de
poseer una en casa. Ese problema lo resolví en una semana. Averigüé
quién de mis conocidos era el más ducho en la materia y lo contraté para
que me diera clases de Windows, muy buenas por cierto, y así
aprendí después, con el mismo profesor, a trabajar el Word, el
Powerpoint, el Photoshop, el Corel, etc…

Cuando estábamos finalizando las clases, un día me dijo que para estar
al tope en estos temas lo que me faltaba era aprender a trabajar en
Internet, pero me aclaró que eso era prácticamente imposible. Ya había
Internet en Cuba, pero muy controlada.

No pasaron 15 días y ya tenía mi cuenta de Internet, rentada por 50 USD
al mes. Llamé a mi profesor y juntos, con sus conocimientos teóricos y
mi cuenta pirata, aprendimos a navegar en fecha tan temprana como 1996,
cuando el único proveedor en toda Cuba era el CENIAI.

Tuve la suerte de conocer a un muchacho que probablemente era uno de los
mejores hackers de Cuba, no había servidor estatal que se le resistiera
y siempre tenía "logins" y "passwords" disponibles para la venta. Si
fallaba la cuenta que tenía, solo lo llamaba y al poco rato ya estaba
presente con un nuevo usuario y contraseña, de los más disímiles
servidores durante los cinco años en que fui su cliente.

Tuve cuentas provenientes de CENIAI, de Colombus, de ETECSA y de cuanta
empresa cubana accedía al Internet y era blanco de los cyber ataques de
mi amigo, que curiosamente tenía solo aprobada la secundaria básica, y
estudiaba el preuniversitario por la noche, pero en la práctica sabía
más que cualquier ingeniero o licenciado en Informática.

Un día se apareció en mi casa y me dijo que no tendría que preocuparme
en largo rato porque no funcionara la conexión, colocó su memoria flash
en mi computadora y descargó el directorio completo de usuarios de
Internet de ETECSA. Lo había hackeado completo. Eran más de 200 cuentas
con sus usuarios y contraseñas, de embajadas, instituciones religiosas,
funcionarios del Gobierno, empresas extranjeras, etc. En otro momento se
apareció una vez con la cuenta, creo que en CENIAI, de Ricardo Alarcón,
y me dijo:

- Esta puedes usarla las 24 horas, ese tipo casi nunca la usa, ya lo he
monitoreado.

Desde hace varios años reside en Miami. Recuerdo que una noche del año
2002 recibí una llamada telefónica y era mi amigo para contarme que
acababa de bajarse de un avión de Cubana de Aviación en el Distrito
Federal y que le aconsejara como dirigirse a la frontera para pedir
asilo en Estados Unidos. No quería perder tiempo en cumplir con la
misión por la que lo mandaron por su trabajo a México y quería
escaparse a la libertad cuanto antes.

Al poco tiempo de tener mi flamante nueva computadora, con Internet y
todo, recibí la visita de un buen amigo que era uno de los principales
ingenieros de la Unión Eléctrica, quien también era un experto en la
cuestión informática. Nos pusimos a conversar sobre computación, ya que
era muy útil aprender de sus amplios conocimientos. Cuando entramos en
el tema de la Internet me doy cuenta que su información, aunque muy
buena, era teórica, y sospeché que no la conocía más que por la
literatura a la que había accedido. Le pedí que me acompañara, lo senté
frente a mi pc y lo invité a que probara lo que era navegar en el cyber
espacio. No podía creer que fuera cierto y fue entonces cuando me contó
que en su trabajo, en el edificio del MINBAS (Ministerio de la Industria
Básica) en la calle Carlos III, solo había una computadora con Internet
en todo el enorme edificio, situada dentro de un cuarto flanqueado por
una gruesa puerta de madera y una
reja de fuertes barrotes de hierro con candado y dentro de esa oficina
podía entrar un solo hombre autorizado, sentado frente a la puerta y con
el monitor de espaldas a ella, de forma que no se pudiera ver nada desde
afuera. Como si se tratase del acceso a un virus letal, en vez de la
Internet.

Las cosas han cambiado mucho en Cuba, el Gobierno sigue teniéndole el
mismo miedo a la información y a la comunicación entre las personas,
pero ha tenido que ir cediéndole espacios a la tecnología. Esperemos que
pronto haya más acceso a Internet en nuestra patria, lo que puede
acelerar el fin de la dictadura.

http://www.cubanet.org/opiniones/los-inicios-de-la-internet-en-cuba/

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